El ordenamiento pesquero es un conjunto de estrategias y medidas aplicadas para regular y gestionar las actividades pesqueras con el objetivo de asegurar la sostenibilidad de los recursos pesqueros y promover el equilibrio entre la conservación del medio ambiente marino y los intereses económicos de las comunidades dependientes de la pesca.

El ordenamiento pesquero busca establecer un marco legal y normativo que regule la explotación de los recursos pesqueros de manera responsable y planificada.

No obstante, el ordenamiento pesquero depende de aspectos que tienen un ámbito de gestión tan distantes y que ocurren a escalas de observación tan distintas que se hace una tarea muy difícil en el corto y mediano plazo. Sobre todo si los estados no reconocen su importancia e impacto.

Entre las medidas que se deben incluir en un proceso de ordenamiento están las siguientes:

1. 1. Regulaciones de captura: Establecimiento de cuotas de pesca, tallas mínimas de captura, temporadas de veda y límites de esfuerzo pesquero para controlar la cantidad y calidad de las capturas.


2. 2. Zonificación pesquera: División del área marina en diferentes zonas con reglamentaciones específicas según la capacidad de carga y la importancia ecológica, permitiendo la protección de áreas sensibles y la promoción de la recuperación de los recursos pesqueros.


3. 3. Monitoreo y control: Implementación de programas de vigilancia y seguimiento de las actividades pesqueras para asegurar el cumplimiento de las regulaciones y prevenir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.


4. 4. Investigación científica: Realización de estudios y análisis de los recursos pesqueros y sus hábitats para obtener información actualizada sobre su estado y comportamiento, lo cual permite fundamentar las decisiones de manejo.


5. 5. Participación de las partes interesadas: Involucramiento activo de los pescadores, comunidades locales, industria pesquera, organizaciones no gubernamentales y otras partes interesadas en el proceso de toma de decisiones, fomentando la cooperación y el consenso en la gestión pesquera.


6. 6. Promoción de prácticas sostenibles: Fomento de métodos y técnicas de pesca selectivos y de bajo impacto, así como el desarrollo de sistemas de pesca alternativos que reduzcan los efectos negativos en el ecosistema marino.

No obstante, nada de eso sirve si no se educa a los ciudadanos a todos los niveles para que generen y acojan las medidas de ordenamiento de manera consciente.

Por ejemplo, en nuestra experiencia desarrollando la estrategia de miPescao SAS. nos dimos cuenta que no servía de nada lograr que un pescador se concientizara de la importancia de hacer una pesca responsable si el comercio le pedía que no lo fuera. Entendían, por ejemplo, que no se deberían pescar tiburones y rayas de manera dirigida o pescar peces por debajo de su talla mínima de madurez sexual, pero el mercado igual les seguía pidiendo tiburones y rayas y cosas como róbalos “plateros”, los cuales son róbalos que aún no han madurado sexualmente.

La implementación del co-manejo comunitario tiene cuatro componentes vinculados y complementarios:

Por eso no basta con implementar medidas. Hay que definir metas de ordenación pesquera que puedan ser medidas y monitoreadas. Según Cochrane (2005), las metas de ordenación pesquera pueden dividirse en cuatro:

1. 1. Biológicas.


2. 2. Ecológicas


3. 3. Económicas.


4. 4. Sociales, incluyendo los políticos y sociales.

Además es necesario que los organismos de ordenación deben contar con un esquema de procesos que les permita lograr lograr la ordenación de una manera sistemática. Sobre todo si se basa en ejercicios de co-manejo. Según Cochrane y García (2009), los procesos para la toma de decisiones para establecer objetivos y determinar medidas de manejo dentro de un proceso de gestión idealizado pueden ser los siguientes:

Existe literatura disponible sobre el ordenamiento pesquero y las experiencias de ordenación en diferentes regiones, que se puede usar como marco de referencia para el desarrollo de una política de ordenamiento pesquero. Aún así, es necesario que se entienda que el ordenamiento debe nacer de procesos de gestión comunitaria que involucren no sólo a los técnicos y expertos, sino también a los stackeholders que explotan, comercializan y consumen los diferentes recursos pesqueros.

El ordenamiento pesquero es fundamental para garantizar la conservación de los recursos pesqueros a largo plazo, preservar la biodiversidad marina, proteger los medios de vida de las comunidades pesqueras y promover una explotación responsable de los recursos marinos.

miPescao es un sistema de comercio pensado para ser una herramienta de ordenación pesquera. miPescao promueve la pesca y el consumo responsables y el comercio justo, y ofrece un sistema de trazabilidad que puede ser es un insumo importante para los sistemas de ordenación pesquera del Estado.

En miPescao promovemos la idea del co-manejo entre los pescadores que hacen parte de nuestros circuitos de comercialización, y hacemos ejercicios de planificación comunitaria que esperamos que sirvan como precursoras de la implementación del co-manejo para el ordenamiento pesquero en Colombia.

Referencias

• • Cochrane, K. L. 2005. Guía Del Administrador Pesquero: Medidas de Ordenación y Su Aplicación. Roma: FAO Documento Técnico de Pesca 424.


• • Cochrane, K. L. & S. M. García. 2009. A fishery manager´s guidebook. 2° Ed. FAO. 517 p.

Autor:
Milton Miranda Cruz
CEO de miPescao SAS