La pesca fantasma, también conocida como pesca abandonada o pesca perdida, se refiere a las redes, trampas y otros aparejos de pesca que han sido dejados o perdidos en el océano y continúan atrapando y matando peces y otros organismos marinos de forma indiscriminada. Estos aparejos abandonados pueden seguir funcionando durante años e incluso décadas, y representan una seria amenaza para la vida marina y los ecosistemas.

Las redes de pesca son particularmente problemáticas en este sentido, ya que pueden enredarse en corales, arrecifes y otros hábitats marinos, causando daños significativos. Además, los animales atrapados en estas redes pueden sufrir lesiones graves, ahogarse o morir de hambre.

En el área de influencia de miPescao, nuestro equipo de biólogos ha podido documentar como nasas empleadas en la pesca de langostas, hechas con estructuras metálicas y plásticos, puestas por los pescadores en fondos que no sobrepasaban los 30 metros de profundidad, terminaban siendo arrastradas por la corriente siendo encontradas por otros pescadores a profundidades de hasta 100 metros, a distancias de hasta 25 km de donde eran dejadas y mucho tiempo después; tiempo en el que seguían atrapando animales. Lo más preocupante es que esos artes de pesca eran financiados por entidades del Estado, el cuál debía ser el primero en desestimular esas prácticas.

La pesca fantasma es un problema global que afecta a los océanos de todo el mundo. Se estima que millones de toneladas de equipos de pesca abandonados se encuentran en los océanos, y se considera una de las formas más dañinas de contaminación marina. Esta práctica no solo tiene un impacto negativo en la vida marina, sino que también afecta a la pesca sostenible y a las comunidades que dependen de los recursos marinos para su subsistencia.

Para abordar el problema de la pesca fantasma, se están llevando a cabo diversas iniciativas a nivel internacional. Estas incluyen la implementación de regulaciones más estrictas para el manejo de los aparejos de pesca, la promoción de métodos de pesca más selectivos y la realización de esfuerzos de limpieza para retirar los aparejos abandonados del océano. La concienciación y la educación sobre los impactos de la pesca fantasma también son clave para combatir este problema y promover prácticas pesqueras más sostenibles.

Entre las estrategias que promueve miPescao como parte de nuestro sistema de pesca sostenible está el cambio al uso de materiales que se degraden rápidamente cuando sean abandonados en el agua. El uso de estos materiales implica un mayor costo en la producción pesquera; por tal razón es necesario que también los consumidores entiendan la importancia del comercio justo (poner link a comercio justo) con los pescadores, quienes son los que deben asumir esos costos adicionales.es.

Autor:
Milton Miranda Cruz
CEO de miPescao SAS